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Independiente, creativa y atrevida.
Los emprendedores no se hacen, nacen. Para algunos, es hereditario, tienen ese espíritu emprendedor corriendo por sus venas.
Patrick Freer proviene de una larga lista de empresarios. Aunque terminó saboreando ambos, hubo un momento en su vida en el que tuvo que elegir entre comenzar su propio negocio o hacerse cargo del negocio familiar.
Freer y su cuñado fundaron Snitz Creek Brewery en 2013 y la operaron durante seis años, antes de vender el negocio en 2019. Durante ese mismo período de tiempo, también dirigió y dirigió la empresa familiar Strickler Insurance .
“Eso me mostró lo que es comenzar un negocio desde cero”, dijo Freer. “Es un momento muy intenso cuando tomas esa decisión. Pero realmente me hizo apreciar los seguros, su importancia en la vida y los negocios. Al final, todos lo necesitan. Pero no es sexy.
“Al crecer, vendía manzanas de nuestro huerto, en un puesto frente a nuestra casa”, continuó Freer. “Así que ese impulso en mí, ese espíritu emprendedor, siempre ha estado ahí. Siempre he trabajado, desde que era joven. Cuando entré en el negocio familiar, había grandes zapatos que llenar. Soy competitivo, y si usted es competitivo en un negocio competitivo, tiende a producir cosas buenas. Pero la marca Strickler me permitió tener éxito desde el principio”.
Unos 17 años antes, Freer se había hecho cargo de Strickler Insurance de su padre, Pat Freer. En ese momento, vivía en Montana trabajando como guía de pesca con mosca.
Pero al crecer, nunca fue una conclusión inevitable que algún día Freer asumiera automáticamente las riendas.
“Sí, fue una decisión difícil”, dijo Freer, un residente de 42 años de West Cornwall. “Pasé del trabajo más genial del mundo al trabajo menos genial del mundo. Era joven y pescaba con mosca. Al principio, hubo días en los que quería saltar de un puente, como ‘¿Qué estoy haciendo aquí?’ Quizás me estaba tomando demasiado en serio. Estaba muy bien preparado para mí, pero nunca fue el plan. Ni en mis sueños más salvajes pensé que estaría administrando el negocio familiar.
“Cuando salí de la universidad, no sabía qué quería hacer con mi título”, continuó Freer. “Mis padres dijeron, ‘¿Por qué no vas al oeste y lo averiguas?’ Mis padres me apoyaron al 100 por ciento en lo que quería hacer. Habíamos hablado de la posibilidad cuando era más joven, pero no había presión. Se presentó la oportunidad y fue genial. Tuve la suerte de tener una familia que me apoyaba en ese sentido. Mi papá y yo fuimos mejores amigos a través de todo esto”.
En la actualidad, Strickler Insurance, que se encuentra en 161 North Eighth Street en Lebanon, emplea a 18 personas, atiende a casi 4.500 clientes, la mayoría de los cuales son residentes locales, y mantiene licencias de seguros en cinco estados. Strickler Insurance, una de las empresas más antiguas del condado de Lebanon, ofrece seguros de vida, de salud, de automóvil, de propiedad, personales y de grupo.
“Tratamos de brindar el nivel de servicio que nuestros clientes desean”, dijo Freer. “Entendemos que con los consumidores de hoy hay un elemento de gratificación inmediata. Los seguros se han convertido más en una mercancía. La gente puede venir por el precio, pero deben buscar valor. Somos conocidos como una agencia de cobertura.
“La idea de seguro y valor es una lucha para nosotros para probar y demostrar”, agregó Freer. “Estamos tomando su prima y aplicándola al reclamo de otra persona. Constantemente escucha, “sus primas deberían ser más bajas”. Tenemos que demostrar valor. Tenemos que mostrarles a nuestros clientes que esto es algo real y dinero real. Nuestro trabajo es ayudar a mostrar valor, brindar un servicio rápido y permitir que nuestros clientes conozcan situaciones y escenarios potenciales”.
Patrick representa la cuarta generación de la familia Freer-Strickler que opera la agencia de seguros Strickler.
Su bisabuelo Paul Strickler es generalmente reconocido como el fundador del negocio, pero sus raíces pueden remontarse a la década de 1860. En 1982, el abuelo de Patrick, Pete Strickler, trasladó la agencia de las calles Eighth y Chestnut en la ciudad a su ubicación actual dentro de la antigua estación de ferrocarril de Cornwall & Lebanon restaurada en North Eighth Street.
“El primer día que entré aquí como un empleado real, fue un sentimiento muy orgulloso”, dijo Freer. “Representa las contribuciones que nuestra familia ha hecho a la comunidad. Este edificio realmente tiene un factor sorpresa, ya sea un cliente o un representante de un transportista. Realmente aumenta un poco la profesionalidad. Queremos decir lo que decimos. Hablamos, hablamos y caminamos. El edificio es un recordatorio de que vamos a hacer lo correcto, que vamos a tratar a las personas con respeto.
“Históricamente, los seguros han sido como su banco local”, agregó Freer. “Fuiste a ese lugar porque ahí fue a donde fue tu familia. A medida que la población ha crecido, tiene más empresas nacionales como State Farm. Luego viene Internet y la gente puede hacer las cosas por su cuenta, y cambió la industria de los seguros personales. Fue un desafío competir. El seguro es absolutamente algo que obtienes por lo que pagas. A medida que pasa el tiempo, la gente lo comprende menos”.
Al final del día, la industria de seguros local es competitiva y un negocio de personas. Para destacarse del resto, agencias como Strickler Insurance confían en el servicio personalizado, ganando confianza y lealtad.
“Nos preocupamos por nuestra comunidad, nos preocupamos por nuestra familia, nos preocupamos por nuestros clientes”, dijo Freer. “Cuando tienes esa mentalidad, estás vendiendo seguros para proteger a las personas, y cuando lo haces, no siempre tiene el precio más barato. Estamos en esto por las razones correctas. Intentamos aportar valor todos los días y ganarnos la confianza. Hay una razón por la que todavía estamos aquí “.
Con la joven familia de Freer creciendo en casa, es posible que Strickler Insurance continúe cerrando el círculo. Si hay un futuro empresario entre sus hijos, ciertamente existirá la oportunidad de perseguir ese espíritu.
“Hay muchas formas diferentes en que podríamos tomar esto”, dijo Freer. “Vamos a seguir haciendo crecer esta cosa y brindarles a nuestros niños la oportunidad de ser parte de ella. En este punto, tenemos un plan de 12 años para hacer crecer el negocio. Este edificio tiene mucho espacio. No hay nada que me gustaría ver más que llenarlo con grandes personas que hacen grandes cosas.
“Tengo unos padres maravillosos”, concluyó Freer. “Siempre han apoyado todo lo que queríamos hacer. Creo que también hemos adoptado ese enfoque con nuestros hijos. Queremos darles la oportunidad de saber que está aquí. Si uno de ellos decide participar, es maravilloso. Pero sabemos que van a hacer grandes cosas “.
Porque no importa cómo se manifieste, ese espíritu es casi imposible de extinguir.
Traducido por Nelly Arvizu
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