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Fotos de Jeff Falk.
Barbara Strawser es una artista profesional autodidacta que se gana la vida pintando. No ha trabajado ni un día en su vida.
No es que el dibujo y la pintura no puedan ser agotadores, agotadores y que consuman mucho tiempo. Es simplemente que Strawser ama lo que hace. Es quien es ella.
“Eso es lo que hago”, dijo Strawser. “Lo he hecho desde que vivo en Schaefferstown durante 35 años. Sí, me gano la vida con eso. Algunas personas piensan que lo que hago es un pasatiempo. Aquí estoy. Solo soy un pintora autodidacta. Pero soy pintora. Es lo que hago. Es solo una de esas cosas. No es la más fácil de las cosas. Algunas personas recogen mi trabajo.
“No soy rico”, continuó Strawser. “Soy un verdadero artista. No soy rico en dinero. Pero soy rico en lo que hago”.
Con raíces en los condados de Berks y Lancaster, y residente de Schaefferstown, Strawser es un local de principio a fin. Pero sus pinturas se experimentan y disfrutan en todo el mundo.
Durante 35 años, Strawser ha mostrado y vendido sus pinturas en el Festival Folclórico de Kutztown, en Tennessee y en Europa. Una pintura de ella cuelga en el Museo de Arte Popular Internacional en Santa Fe, Nuevo México. De algunas de las piezas que ha vendido a los psiquiatras, Strawser dijo: “No son nada inquietantes. Son agradables a la vista “.
“Realmente no lo sé”, dijo Strawser, cuando se le preguntó sobre la cantidad de pinturas que ha creado a lo largo de los años. “Pero reconozco mis pinturas cuando las veo. Conozco a un hombre que tiene 30 de mis cuadros. Es una gran colección y algún día me gustaría hacer un libro con ellos. A veces mantienen su valor muy bien en una subasta.
“Simplemente pinto lo que amo”, agregó Strawser. “Sucede que a otras personas les gustan. No estoy pintando para venderlos. Si me conoces, conoces mis pinturas”.
La gente se identifica con las pinturas de Strawser por su inspiración e influencia. Algunos de sus temas favoritos incluyen jardines, arquitectura alemana temprana de Pensilvania, pollos, casas, sirenas, plantas, gallos, ángeles y granjas.
Todos reflejan la herencia de Strawser y cómo ve el mundo que la rodea.
“Algo habla dentro de mí y trabajo en ello”, dijo Strawser. “Ha evolucionado. Pinto lo que veo. No es exactamente como lo ve usted o como lo ve alguien más. Es mi impresión del mundo. Pinto las cosas que más amo. Desde los 70 hasta ahora, es diferente”.
Dependiendo del detalle, su alcance y cuánto tiempo invierta en ellos, las pinturas de Strawser pueden costar entre $250 y $5.000, o más. También ha recibido el encargo de crear pinturas, poniendo su toque creativo personal en los temas sugeridos.
“Una vez, cerca de Navidad, estaba conduciendo y vi un zorro gris”, dijo Strawser. “Era el cumpleaños de Jesús, e hice una pintura del zorro gris y el niño Jesús. Nunca había visto un zorro gris antes y nunca antes había dibujado un zorro gris. Fue como un regalo del universo para mí. Fue inspirador. Nuestros cerebros toman fotografías de las cosas. Así es como a veces me vienen los cuadros.
“Amo la tierra y todo lo que tiene que ver con ella”, continuó Strawser. “Me gusta ese color. Me encanta ver a la gente que trabaja en los jardines y en la tierra. Estoy muy en sintonía con la tierra y todas las cosas que nos rodean”.
Poseedor de un enfoque cívico, Strawser también ha donado muchas de sus piezas a causas y organizaciones locales dignas. Actualmente está trabajando en una pintura que se convertirá en grabados y se venderá para ayudar a financiar una nueva cocina en Historic Schaefferstown.
“El condado de Lebanon es muy importante para mí”, dijo Strawser. “Me encanta vivir aquí. Siempre quiero estar aquí, tanto como pueda. Mi corazón está en el condado de Lebanon. Creo que es muy importante que los jóvenes se interesen por la historia. Puede durar toda la vida”.
Dos habitaciones de la casa de estilo victoriano de Strawser sirven como galerías para su arte, y ella mantiene un estudio en la calle.
Pero el proceso creativo es complicado. A veces, Strawser se entrega a la inspiración para comenzar un proyecto y luego vuelve a él en una fecha y hora posteriores.
“Solía ir al estudio cinco horas al día”, dijo Strawser. “Cuando tienes un impulso, es algo realmente bueno. Tengo un montón de pinturas en proceso y las dejaré a un lado. Pero también puedo pintar en poco tiempo”.
“A veces no lo hago de inmediato”, agregó Strawser. “Algunas de las cosas están hechas en tres cuartas partes. Es difícil mantenerse en el camino. Esta vida es una prueba. No todos los días son perfectos”.
Antes de mudarse a Schaefferstown, Strawser creció en el área del oeste de Reading. Siempre le gustó el arte, la pintura y la creatividad, pero nunca buscó una formación formal para sus talentos.
“Soy una pintora autodidacta”, dijo Strawser, de 75 años. “Tengo una educación secundaria. Leí, y me gustó conocer sobre el arte y el arte popular de esta zona. Recuerdo mirar cosas y luego querer dibujarlas y pintarlas. Estaba muy inspirado desde que estaba en la escuela secundaria. Sabía que siempre quise ser pintora”.
Avance rápido 50 años y la vida ha sucedido para Strawser.
Actualmente, ella está cuidando a su madre anciana y confinada en casa. Si bien gran parte de su antiguo tiempo creativo ahora se dedica a la prestación de cuidados, ha descubierto que su trabajo también puede ser terapéutico y liberador.
“Todavía estoy trabajando, pero es como si me hubieran cortado las alas”, dijo Strawser. “A veces el viento se apaga con mi entusiasmo. A veces no sale tan rápido como solía hacerlo porque estoy dando mucho. Pero siempre pintaré. Como artista, siempre eres un artista “.
Strawser nunca ha vacilado en seguir su vocación, en emplear sus dones. La recompensa ha sido vivir una vida en sus propios términos.
“No fui a escuelas de arte ni a la universidad”, dijo Strawser. “Siempre me avergoncé de eso. Me costó mucho sacar buenas notas en la escuela. Creo que era un poco soñador. Pero estoy haciendo lo que siempre quise hacer. Eso es algo. He ido a muchos lugares y todos los días me siento inspirado. Nunca es lo mismo Siempre esta cambiando. Me encanta mirar. Nunca me canso de ver la tierra.
“Sé que lo que tengo es un verdadero regalo”, concluyó Strawser. “Sé que estoy bendecido. Mi vida no es la vida de todos. Es mi vida.”
Una vida llena de pintura, inspiración y creación.
Traducido por Nelly Arvizu